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Giuseppe Penone vs PHILTH HAUS

Àngels Miralda

Publicado el 3 mayo 2024
Ilustración de Danila Ilabaca

A lo largo de generaciones, los artistas han utilizado la materialidad para hacer visibles conexiones difíciles. El uso de materiales, ya sea en la creación de imágenes, esculturas o performance, refleja los cambios de su tiempo. Uno de los maestros del Arte Povera, Giuseppe Penone, es famoso por sus intervenciones en el mundo natural y sus precisas réplicas de la erosión geológica. Su obra rompedora surge en un periodo en el que las materias primas imbuidas de su propio significado se convirtieron en paradigmas del momento. Sin embargo, maniobró dentro de una escena muy diferente a nuestro entorno contemporáneo. Incluso en ese entonces, aparecieron críticas hacia el marco socialmente excluyente del Arte Povera, como, por ejemplo, por parte del colectivo feminista Le Nemesiache. Atendiendo a estos llamados, el futuro no necesitará de posiciones únicas de privilegio sociopolítico para discutir nuestra relación con la naturaleza y el planeta tierra, sino multiplicidades y coros. Si bien el propio Penone no es responsable de las condiciones patriarcales de la Italia de 1970, su posición en la historia está conectada con estas prácticas institucionales de exclusión sin disculpas que finalmente están siendo revisadas.

Como maestro de la escultura conceptual, Penone realizó constantemente obras sobre la naturaleza, la porosidad, el tiempo y la identidad. A través de su obra, estableció una filosofía visual sobre nuestra relación con los árboles, los ríos y el tiempo oceánico. Para su primera exposición individual en 1968 a la edad de 21 años, Penone presentó obras hechas de plomo, hierro, cera, madera, yeso y arpillera en el Depósito D’Arte Presente de Turín. Este enfoque en la materia prima continuó en obras como Corda, Pioggia, Sole, y en una de sus piezas más conocidas, It Will Continue to Grow Except at That Point (1968). En la obra aquí examinada – Essere Fiume (1981) se mantiene la sencillez de los materiales con referencias únicamente a la piedra y al tiempo.

El tiempo se comprime en una producción instantánea y el poder del escultor es paralelo al de la naturaleza.

En Essere Fiume, Penone encontró piedras de forma redondeada en el lecho de un río. Fascinado por esta escultura lenta, el nombre de la obra hace referencia a que el artista se convierte en un río. Siguió el rastro del río hasta las altas montañas, donde los pedazos de piedra se tallan y se rompen durante siglos de tormentas y se abren paso por las aguas retorcidas. En estas montañas, rompió la roca original y reprodujo a un ritmo acelerado el trabajo del río con herramientas artísticas. Tallando la piedra a mano, creó el efecto de siglos de agua tallando los contornos ásperos molecularmente. El tiempo se comprime en una producción instantánea y el poder del escultor es paralelo al de la naturaleza. La piedra lisa no se produce por siglos, sino por corte, limado y pulido, para lograr un contorno suave idéntico al desgaste de la naturaleza. La obra final son dos piedras idénticas indiferenciables entre las generadas en la naturaleza y las creadas por la mano humana. Este juego estético y material se basa en premisas de poder y control, de la capacidad de la humanidad para reproducir y producir la naturaleza.

Esta consideración del material sigue siendo muy relevante hoy en día, en un mundo en el que las redes espaciales crean un significado complejo en obras de arte semiautónomas. El colectivo PHILTH HAUS investiga igualmente la carga y el poder de la materialidad en relación con la subjetividad del cuerpo. Trabajando con materiales comparables a Penone, como el litio o las algas, las esculturas del colectivo contienen la capacidad de cambiar la función de la mente o la identidad de género. Los cuerpos en transición se asemejan a movimientos tectónicos o ecosistemas urbanos marinos. Si las obras de Penone buscan deformar o replicar la naturaleza con el poder de la mano del artista, PHILTH HAUS propone un cambio radical en el que la naturaleza es fundamental para definir el cuerpo humano.

El colectivo de jóvenes artistas trans PHILTH HAUS describe su práctica como una «activación material de lo inmaterial». Las acciones, la escultura, el video y la instalación hacen visibles los enlaces químicos que se encuentran entre especies aparentemente incompatibles. En obras tempranas, como Coly 2.0, les artistes muestran algas que han comenzado a recolectar biológicamente hormonas feminizantes después de la exposición al agua contaminada por la actividad humana. Durante la acción, un cuerpo humano estrogénico que actualmente se somete a una terapia de reemplazo hormonal ingiere algas recolectadas en la costa holandesa. El bombeo de las algas y el movimiento del intérprete van acompañados de una pista musical escrita y grabada por PHILTH HAUS llamada Lullaby for Coly. Los tubos giran alrededor del cuerpo que recuerdan a Overflowing Blood Machine (1970) de Rebecca Horn conectan el interior y el exterior del cuerpo y afirman la necesidad de redefinir la relación entre el cuerpo y el material orgánico en sinergia bioquímica.

Si los intereses de Penone pueden describirse como “la conexión entre el hombre y el mundo natural”, el término “hombre” no es gratuito.

Al comparar dos obras, Essere Fiume, de Giuseppe Penone, e ISDIY (2021) de PHILTH HAUS, investigamos las preocupaciones del antropoceno y la identidad con cuatro décadas de diferencia para crear un trabajo que ofrece propuestas no solo diferentes, sino opuestas.

En la instalación ISDIY, PHILTH HAUS se reúne por primera vez con todos sus integrantes. Varios trabajos coexisten dentro de esta instalación para crear el todo. La obra central PHILIP:ISDIY es un contenedor ocupado por una piscina de carbonato de litio. Dentro del líquido lechoso, fragmentos de porcelana emergen de la superficie, rompiendo la tensión del líquido mientras un robot nada en el agua turbia creando sutiles perturbaciones. El litio se usa comúnmente para tratar el trastorno bipolar, así como para cargar las baterías de nuestros dispositivos portátiles, aquí nos recuerda la conexión material entre la psicología y la tecnología. Esta pieza está rodeada por la videoinstalación multipantalla SYLLA:ISDIY cuyo sonido trasciende el espacio a través de la poesía rítmica. En el suelo, la instalación escultórica COLY:ISDIY, está hecha de carbón infundido con algas, el primer material también se citó mucho en Arte Povera.

Es en la obra Lylex 1.0 donde se plantea la oposición más fuerte a la propuesta de Penone. En este conjunto escultórico, el estuche negro de una cámara se encuentra en posición vertical, y la espuma cortada a la medida alberga una bolsa de sangre, válvulas y un saco de cultivo de hongos. Aquí, los artistas usan su propia fuente de vida y sangre para cultivar hongos medicinales comestibles creando una economía circular del cuerpo humano. Suspendido del techo, Andra: Transfusion presenta la parte superior del cuerpo de Andra, une de les artistes del colectivo, sobre una superficie de vidrio impreso. Células cancerosas flotantes se entrelazan con hojas de otoño sobre piedras húmedas y algas estrogénicas. El trabajo se realizó con el fin de recaudar fondos para la Cirugía de Feminización Ángel de Andra, logrando el objetivo para realizar la cirugía vivificante. El trabajo de PHILTH HAUS da la vuelta al trabajo de Penone, propone el cuerpo humano como una entidad maleable, temporal y trascendente que depende inherentemente de la materia y la química externas para su funcionalidad, apariencia y mejora cotidianas. Por último, en el trabajo de video SYLLA que se reproduce dentro de la instalación, Sylla, miembre de PHILTH HAUS, lee un poema sobre sus deseos y de las imágenes que tiene de la niñez de las chicas que percibe a través de los medios de comunicación.

Quiero una transformación tan fácil como caer en la cama.

Quiero que mi rostro cambie su estructura esquelética con la inmensidad de la tectónica terrestre.

Quiero que mis pechos se llenen con la misma facilidad y emoción de un niño en verano haciendo globos de agua.

Y quiero que mi género sea tratado con la misma preciosidad de una madre suburbana que le informa a un desconocido que su golden retriever es ella y no él.

Quiero que me amen de la manera perfecta y sin complicaciones de una película de Pixar.

Quiero que me vean con la misma claridad que la imagen en los televisores de pantalla plana.

Quiero que me toquen como un río alisando los bordes de una piedra.

Quiero que me escuchen como una balada pop.

A diferencia de la idea integrada del cuerpo humano dentro de un mundo químico y físico creado en ISDIY, el Essere Fiume de Penone todavía imagina la identidad del artista a distancia del orden natural. A través de su talla, se identifica a sí mismo como un río y esculpe una piedra a partir de otra piedra. Para PHILTH HAUS, este río ya está dentro de elles, al igual que milenios de cambios tectónicos y la degradación ecológica alimentada por la ansiedad climática. Si los intereses de Penone pueden describirse como “la conexión entre el hombre y el mundo natural”, el término “hombre” no es gratuito. En la obra de PHILTH HAUS, la filosofía no solo es no-binaria, sino que conduce hacia lo no-humano. A través de este colectivo de transentidades, damos un paso adelante hacia la trascendencia de un reino mónico donde el planeta y el cuerpo solo pueden concebirse como uno.

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